6.13.2013

¡Me mamé!

Yo no sé usted señor lector, pero yo, estoy mamada de la cantidad absurda de “escándalos” en los que se ha visto envuelto el país durante los últimos meses, la forma particular en cómo los medios de comunicación presentan la información; y sobre todo, lo más chocante para mí, aquella actitud indiferente y ciega que se toma hacia los verdaderos problemas que nos acechan.

Bien decía un gran escritor colombiano “la realidad supera la ficción”, y no está demás citarlo cuando día a día una o dos “chivitas” son el centro de atención de todas las miradas; noticias como el escándalo en torno a las mujeres que fueron contratadas por los  Agentes del Servicio Secreto, la “embarrada” de Shakira al cantar el himno nacional, la liberación y posterior captura de Sigifredo López, el misterioso  caso Colmenares y la particular procedencia de sus implicados,  el “descache” del senador Merlano al manejar sin licencia de conducción… sólo por mencionar algunas…

 Y las más recientes, como los funcionarios y políticos que fueron mencionados en el diario de Juan Carlos Ramírez, el tal “Chupeta”; la fiesta de matrimonio de otro narco-paramilitar al cual asistieron reconocidas figuras de nuestra farándula colombiana  -el man no andaba muerto, andaba de “fritanga”-, el título “chimbo” de Ubeimar Delgado, nuestro nuevo Gobernador; la columna de la Azcárate sobre las gorditas… ¿y por qué no?, el regreso de “Ese Oscar” a la casa estudio.

¿No se le hace raro?...

 No sé si peco por mi malicia indígena, pero la verdad me parece que detrás de cada uno de éstos sucesos, más que representar el reflejo de nuestra maltratada sociedad, se esconde algo más escabroso.

Me atrevería a decir que son simples “cortinas de humo” que pretenden ocultar algo importante, noticias con verdaderas repercusiones, como lo son la pasada puesta en marcha del TLC (Tratado pa` Los de Cuello blanco) el 15 de mayo  del presente año (empañado por el atentado al Ex – ministro Fernando Londoño), y la ahora famosa y renombrada Reforma a la Justicia, que pone la Constitución de nuestro país a merced del beneficio de unos pocos… de los mismos de siempre; en éste caso particular de los intereses de los congresistas, magistrados y las diferentes ramas del poder.

“Pan y circo” era la estrategia de los antiguos romanos para mantener al pueblo distraído, con el fin de que olvidaran sus verdaderos problemas y no se inmiscuyeran en los asuntos de Estado; situación que hoy en día no está lejos de nuestra realidad, eso sí, al menos a los romanos les daban pan...

No es correcto señalar sólo a los dueños del monopolio comunicativo y sus “titiriteros” como los culpables de nuestra desinformación e ignorancia frente a ciertas problemáticas del país, en parte también tenemos culpa por caer en su juego.

...pero bueno, por el momento tocará aguantarse, supongo que será necesario considerar como parte trivial de la rutina la algarabía formada alrededor de temas como la convivencia de los tales protagonistas en la casa estudio (que terminan siendo “Trendind Topics” en las redes sociales); y la indiferencia  de la gran mayoría frente a la verdadera situación de un país lastimado y manoseado por sus dirigentes.

Yo le recuerdo algo Señor lector, como decía Simón Bolívar: “un pueblo ignorante, es instrumento ciego de su propia destrucción”.



Lina María Álvarez

*Columna publicada  en el portal de la Revista El Clavo, Julio de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario